Sunday, September 07, 2014
Ángel fieramente humano / Blas de Otero
TEXTO II
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuando
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser-y no ser-eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Foto de la fuente del ángel caído, Parque del Retiro, Madrid, España.