Wednesday, February 23, 2011

 

TE QUIERO...LEJOS


La Audiencia de Murcia ha confirmado una condena de 6 meses a un hombre que llamó por teléfono a su mujer para decirle "Te quiero", cuando tenía prohibido comunicarse con ella...

Períodico "Que!"
Bcn.

Wednesday, February 16, 2011

 

Larry



Downing Street adopta un gato para acabar con las ratas
El número 10 de Downing Street tiene desde hoy un nuevo inquilino, un gato de cuatro años llamado Larry, que ha sido "adoptado" para acabar con las ratas que han aparecido en la residencia oficial de primer ministro británico.


15 Febrero 11 - Londres - Efe
El gato atigrado, procedente de un refugio de animales, llegó a la residencia del primer ministro, David Cameron, y su familia después de que los británicos vieran una gran rata negra junto a la puerta principal durante una retransmisión informativa de la BBC.

Un portavoz de Downing Street aseguró que Larry ya ha demostrado ser un buen cazador de ratas, habilidad que cultivó durante los años que pasó en las calles antes de ser recogido por las autoridades.

Se dice que en Londres, una ciudad muy húmeda con grandes zonas verdes y numerosos canales de aguas subterráneos, nunca se está a más de 10 metros de distancia de una rata y es muy habitual ver a estos animales por la calles o en las vías del metro.

El portavoz de Downing Street no aclaró si Larry accederá a la zona de la residencia en la que vive el primer ministro, su mujer Samantha y sus tres hijos, el último de ellos una niña de seis meses.

La llegada de Larry en el interior de una jaula transportada por una furgoneta fue recogida por los medios de comunicación que habitualmente hacen guardia frente a este emblemático domicilio. Larry se convierte así en el último de una larga lista de gatos que han ostentado el titulo oficioso de "Ratonero Jefe".

En 1989, con Margaret Thatcher como inquilina, fue adoptado Humphrey, un gato callejero que permaneció en la residencia con el siguiente primer ministro, John Major, hasta 1997. Se mudó seis meses después de la victoria ese año del laborista Tony Blair, y fueron muchas las informaciones que culparon a su esposa Cherie, a la que no le gustan excesivamente los animales, de que se prescindiera de los servicios de Humphrey.

El gato encontró nueva casa en el domicilio de un funcionario, donde vivió "jubilado" hasta su muerte en marzo de 2006. El último felino que había pasado por Downing Street, en este caso por el número 11 (residencia del ministro de Economía), fue la gata Sybil, propiedad del ex canciller del Exchequer Alistair Darling, que, según diversas informaciones, no se adaptó a la vida urbana y fue enviada a la casa de campo escocesa del ex ministro.

Otro gato famoso y testigo de excepción de alguno de los momentos clave de la Historia del siglo XX fue el conocido como "Ratonero de Munich", que vivió en Downing Street durante los Gobiernos de Neville Chamberlain y Winston Churchill en las décadas de 1930 y 1940.

En un país en el que los animales son cuidados y respetados al máximo, también se recuerda todavía a un gato de nombre Wilberforce, que llegó como cachorro para acompañar al primer ministro laborista Edward Heath en la década de 1970 y que fue el caza-ratones oficial de la residencia hasta su "jubilación" en 1986.

Margaret Thatcher autorizó su retiro, no sin antes aprovechar uno de sus viajes a Moscú, en pleno proceso de colapso del bloque soviético, para comprarle de manera especial una lata de sardinas.

Saturday, February 12, 2011

 

Don Julio


"Torito", el boxeador, es un personaje que conecta contigo, que te es profundamente simpático y que, incluso, pareciera que te provoca ternura... - Sí, era Justo Suárez, un boxeador deslumbrante... Cuando yo era adolescente o quizás algo más adelante, la aparición en Argentina de Justo Suárez, el "Torito de Mataderos", fue otra conmoción. Era un boxeador extraordinario... Suárez era brillante, espectacular y de una gran simpatía. Conectaba muy fácil con la gente. Y curiosamente, también terminó perdiendo al final en los Estados Unidos, como esta contado en Torito. Justo Suárez terminó de un modo trágico, abandonado por todos después de la derrota y murió tuberculoso en un hospital de provincia en Córdoba. Para mí, su muerte -que fue una verdadera tragedia del deporte- fue también un acontecimiento importante. No me perdía una sola pelea suya. Un día, estando yo en París, en la época en que vivía todavía en la ciudad universitaria, recordé todo aquello y de golpe me senté a la máquina. En dos horas escribí el cuento, con datos muy precisos sobre sus combates, porque lo había seguido a lo largo de toda su carrera. Durante dos horas me sentí Justo Suárez y escribí como un boxeador. -


Entrevista por Antonio Trilla "Cortázar: el boxeo y el jazz, dos pasiones de cronopios" realizada en Madrid - 1983.

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