Thursday, November 12, 2009
José María Gatica
Conocido como El Mono Gatica, fue un boxeador argentino de peso ligero (61 kg). Con una carrera deportiva modesta —realizó 95 combates, de los que ganó 85, 72 por knock out, pero no obtuvo nunca el cinturón de campeón argentino ni combatió por el título mundial—, fue sin embargo una figura inmensamente popular en Argentina.
Gatica nació en la provincia de San Luis, pero a los siete años su familia se mudó a Buenos Aires. Extremadamente pobres, desde niño Gatica trabajó como lustrabotas en Plaza Constitución; la habilidad adquirida en las peleas callejeras para mantener su puesto en la estación de trenes atrajeron la atención de un comerciante local, Lázaro Koczi, que tenía vínculos con el boxeo.
Le ofreció participar por dinero en los combates irregulares que se celebraban en The Sailor's Home, el alojamiento para marineros sin trabajo de la misión británica, donde se apostaba en breves combates a tres rounds. Tras unos cuantos combates exitosos, Koczi le propuso dedicarse al boxeo profesional. Hasta ese momento, Gatica había compaginado el ring con su puesto de lustrabotas en Constitución.
El 7 de diciembre de 1945 tuvo su primer combate profesional, en el que noqueó en el primer asalto a Leopoldo Mayorano. Ganó dos peleas más en ese mes, un ritmo casi sin precedentes. Ya con algo de fama, en 1946 haría siete combates, ganándolos todos; en uno de ellos se enfrentó con quien sería su archirrival, Alfredo Prada. Prada y Gatica se encontrarían cinco veces más en el ring, con resultados igualmente divididos.
El perfil popular y el indudable carisma de Gatica, un boxeador agresivo y ambicioso, espectacular sobre el ring, atrajeron la atención del público. Se granjeó el aprecio de los asistentes a la tribuna popular, que lo apodaron el Tigre por la furia que mostraba en el combate; los aficionados de clase alta, que concurrían al ring-side, deploraban en cambio su falta de clasicismo. A ellos se debe el apodo de el Mono, caricaturizando su color de piel y sus facciones.
El entonces presidente Juan Domingo Perón le había mostrado aprecio; en una ocasión en que pidió que se lo presentasen, Gatica, con desparpajo, lo saludó con una frase que se haría famosa: General, dos potencias se saludan. Perón, aficionado al boxeo, apoyó el primer y único viaje de Gatica a los Estados Unidos en busca de un título mundial; la gira comenzó con éxito, derrotando por knock-out en el cuarto asalto a Terence Young. Gracias a ello, el campeón mundial de la categoría, Ike Williams, le ofreció un combate sin poner en juego el título en el Madison Square Garden de Nueva York; el combate, celebrado en 1951, se resolvió muy rápidamente con un encadenamiento de golpes de Williams, que noqueó a Gatica en el primer asalto.
Regresó a la Argentina sin contar ya con el favor oficial, pero entre 1952 y 1953 ganaría aún trece combates, aunque alternándolos con sonadas derrotas como la padecida frente a Luis Federico Thompson. El 16 de septiembre de 1953 se encontró por sexta vez a Prada, a quien había derrotado ya en tres oportunidades; en el primer round, un gancho de izquierda de su adversario le fracturó el maxilar inferior, pero Gatica rechazó la ayuda médica y siguió combatiendo cuatro asaltos más, hasta que el médico declaró el KOT en el quinto asalto. Sería la última pelea importante de Gatica, que abandonó el boxeo dos años más tarde.
Su ultimo combate pugilistico lo hizo en 1955, cuando la Asociación Argentina de Boxeo, lo sancionó de por vida, con no pelear nunca mas en un ring, por ser opositor a la dictadura militar que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón, su amigo y compadre.
Sin rédito alguno de las ganancias obtenidas, Gatica volvió a la pobreza de su infancia; vivió en una villa miseria con su segunda mujer y las dos hijas del matrimonio, trabajando irregularmente y dependiendo en buena medida de la beneficencia. En alguna ocasión su antigua fama le granjeó trabajo, como en un encuentro de catch organizado por la troupe de Martín Karadagián, en que el ex-boxeador fingió una derrota con el productor del espectáculo, no sin recibir un fuerte castigo por parte del catcher que, enojado por algún puñetazo dado por Gatica, le provoco una lesión en el tobillo de la que no se recuperaría totalmente. A fines de la década, brevemente atrajo de nuevo la atención del público cuando sus escasos bienes se perdieron en una inundación.
El 12 de noviembre de 1963, a los 38 años de edad, trastrabilló al intentar subir al estribo de un colectivo en la ciudad de Avellaneda, a la salida de un partido del Club Atlético Independiente, del que era aficionado; las ruedas del vehículo le aplastaron el vientre. Murió por las heridas internas que el accidente le produjo.
Esta nota salió en la sección "Un día como hoy..."del diario mas popular de la República Argentina : Crónica
Recomiendo ver la excelente pelicula sobre su vida que hizo Leonardo Favio.