Sobre una tarima montada en un rinconcito de la Quinta de Olivos donde el personal de limpieza de la residencia presidencial distribuyó cuidadosamente desperdicios previamente desinfectados para simular un basural.
Allí jugaron varios minutos el CEO de la República, Mauricio Macri, y su pequeña hija Antonia, con Juliana Awada como feliz testigo y reportera gráfica.
“Anto, feliz con su papá jugando a ser pobre”, escribió la primera dama en su cuenta de Instagram al postear la imagen.
“Algún día, hija mía, todo este basural será tuyo”, dicen los testigos que bromeó Macri.
Se trata de otra manera de comunicar el lado humano, sensible, tierno y eso del CEO de la Nación en momentos en los que el Gobierno está tomando medidas socialmente antipáticas pero necesarias para conducir al país al destino de grandeza que merece, no sin antes pasar por un período de incertidumbre, miseria, humillación y revancha.
# posted by DANIEL @ 12:13 PM