Monday, August 03, 2015

 

Iglesia de la Nueva Era - Cristianos Orgullosamente Conservadores - Uruguay

                                                        ( Un verdadero hombre no tiene gato )

La Prueba Definitiva de que los Gatos No Son Creación de Dios


A diferencia de todos los demás animales de la Tierra, los gatos son impuros y nacen con el pecado como algo natural. Desde el momento que vienen arañando desde el vientre de su madre, es obvio que un gato es un animal reprobable que representa las peores cualidades que la humanidad pueda imaginar: zánganos del bienestar social, pegajosos, llenos de gérmenes, desafiantes, ingratos y anti cristianos. Con tales cualidades descaradamente malas, es ilógico que cualquier persona en su sano juicio quiera ser dueño de un gato. Pero más allá de las simples realidades de por qué tener un gato es malo, existe autoridad histórica bíblica que demuestra que los gatos son malos y pueden provocar la caída de la civilización.

En resumen, los gatos no son de Dios. Los gatos son del diablo. 


Cuando usted lee a través de toda la Biblia, se dará cuenta rápidamente de un hecho: los gatos son el único animal doméstico que nunca es mencionado. En un archivo histórico de la historia espiritual de la humanidad, Dios es tan rechazado por los gatos que prohíbe la mención de ellos en su Libro Sagrado.


Siguiendo esta lógica, los gatos son aún más malvados que satanás. Del diablo, al menos, se puede hablar en la Biblia, pero a pesar de su presencia generalizada en el antiguo Egipto (donde gran parte de los hechos que describe la Biblia ocurrieron) nótese como ellos no son mencionados en lo absoluto.

Los gatos ancestros y la Biblia 


Los científicos están de acuerdo en que los gatos domésticos fueron creados hace unos 10.000 años, unos 4.000 años antes de que Dios creara a la humanidad. Los gatos fueron creados como una mascota de compañía etérea de Satanás, que probablemente acariciaba mientras escribía música metalera demoníaca y conspiraba para derrocar a Dios en el cielo. Como sabemos, el pequeño golpe de estado planificado por satanás fracasó y fue arrojado en el agujero más profundo del infierno, donde todos sus demonios permanecen ardiendo por toda la eternidad.


De alguna manera en la ira de Dios, los gatos se salvaron y, finalmente, se les permitió vivir en la Tierra con todos los otros animales creados por Dios. Parece que Dios arrojó gatos desde el cielo a la Tierra hace unos 10.000 años, con el antiguo Egipto como el sitio de su primera residencia.


Los primeros gatos que se arrastraban sobre la Tierra se multiplicaron rápidamente. Cualquier propietario de un gato le dirá que los gatos son increíblemente astutos e inteligentes, por lo general son capaces de abrir puertas y realizar pequeñas hazañas que desafían la física y las limitaciones que impuso Dios en la Tierra. Es esta capacidad de actuar de forma "sobrenatural" o mágica que explica por qué los gatos son considerados familiares entre los ateos practicantes de la Wicca, así como por las brujas.


Pero todo esto comenzó en el antiguo Egipto. Dios envió a Moisés a liberar a los hijos de Israel, pero el rey Faraón ya estaba bajo la influencia de t0xoplasmosis. Este parásito de tamaño microscópico (ver la foto abajo) por lo general se encuentra por millones bajo las garras y represente el esperma del mismísimo satanás.

Cuando los gatos están en celo, sean macho o hembra, es cuando esparcen este parásito en todo el hogar. Cada parásito de la toxoplasmosis lleva el ADN del propio satanás, pequeños dragones en miniatura que ávidamente se precipitan al cerebro de un ser humano como una bandada de espermatozoides lo harían hacia el óvulo de una hembra. Una vez que uno de los parásitos logra implantarse con éxito en el cerebro de un ser humano, los demás mueren y el parásito principal crece rápidamente, similar a una tenia.


Luego se envuelve alrededor del cerebro del dueño del gato y 'convierten' a la persona en una especie de terrorífico y descerebrado drone que obedece la voluntad de los gatos y de satanás.


¿Cuántos de ustedes tienen amigos que usan ropa toda negra, celebran 'Yule' o lo que es peor escuchan música metalera durante la temporada de Navidad? Todo esto es manifestación de Satanás y probablemente toxoplasmosis. Usted se dará cuenta de que su amigo con estos hábitos es propietario de un gato o un amigo cercano que es dueño de un gato.


Con poco o ningún conocimiento sanitario, el pueblo del antiguo Egipto encontró rápidamente la ruina cuando los gatos fueron arrojados desde el cielo en su sociedad. ¿No le resulta chocante y extraño que los faraones egipcios fueran tan petulantes que obligaran a que sus esclavos y sirvientes fueran enterrados vivos con ellos, para que pudieran ser "atendidos" luego de la muerte?

¿Alguna vez ha prestado atención a que su gato se encuentra apoltronado en un sofá o un asiento acolchonado, como teniendo señorío sobre una habitación, como un faraón de la antigüedad? Esto no es casualidad. Satanás creó los gatos para ser petulantes y pensar en sí mismos, sintiéndose incluso superiores a los santos ángeles, de forma que mirar desde abajo a los seres humanos y esperar nuestra desaparición / servidumbre eterna no es algo nuevo para ellos.

Los gatos conocen y entienden que son los gatos: tienen un sentido de auto-conciencia. A diferencia de otros animales, los gatos saben y entienden que somos humanos, que satanás es satanás, y que Dios es Dios. Trate de hacer entrar a un gato en una iglesia y recibirá un golpe de una bola de pelos, siseo de frustración e ira temible. Los gatos son las pequeñas concubinas de satanás, con la misión de infectarnos a todos nosotros con el ADN de la toxoplasmosis del diablo y hacernos siervos de un oscuro maestro.

Está demás decir con los faraones bajo el control de satanás obligando a la gente a convertirse en esclavos, construyendo monumentos ridículos y abusando de las drogas, la sociedad de Egipto cayó rápidamente. Esto nos lleva a la época de los griegos y los romanos. Y a la propia historia anglosajona.

Como se puede observar en la historia, todas las grandes sociedades de la humanidad han caído. Y la caída de la sociedad coincide con el número de gatos domésticos y callejeros.

Roma cayó no sólo porque la moda de tener un gato en casa aumentó, sino también porque los gatos callejeros se incrementaron. Con el aumento del número de gatos callejeros viene una mayor presencia de satanás. Incluso en nuestros días un gato callejero puede guiar a los arqueólogos a descubrir una vieja tumba olvidada del antiguo Egipto donde descansan sus ancestros en un letargo. Durante el periodo más alto de la población de gatos de la Tierra (Los Años Oscuros), la humanidad cayó enfermo a La Peste Negra. Esta enfermedad acompañó a los gatos desde el antiguo Egipto-hasta la actual Europa.

El ingenuo tratará de culpar a los roedores, pero la realidad es que los gatos comen la carne dañina de los animales enfermos y luego lamen las manos de los seres humanos que desean condenar. Aún hoy, los gatos están matando a la gente con la plaga. Y dado que matar seres humanos mediante la plaga es una clara violación de al menos uno de los Diez Mandamientos, podemos ver claramente que los gatos no tienen amor a Cristo en sus corazones. Y esto es porque no son de Dios.

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