Friday, December 24, 2010
Un ejemplo a seguir...
Niños haitianos llegan con sus familias adoptivas francesas al aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle (París), el 22 de diciembre de 2010.
REUTERS/Philippe Wojazer
Por RFI
Un avión con más de cien niños haitianos a bordo llegó a París, donde empezarán una nueva vida junto a sus nuevos padres, que vieron interrumpido el trámite de adopción por el sismo que sacudió el país caribeño a principios de año. La dificultad para encontrar los documentos entre los escombros puso entre paréntesis los trámites durante más de un año.
Entre los cientos de miles de vidas interrumpidas por el sismo que golpeó Haití el 12 de enero pasado, había un millar de niños y sus familias francesas que se encontraban en pleno trámite de adopción antes del terremoto.
La pérdida de documentos y el temor a una apropiación ilegal de menores habían dilatado el viaje de cientos de pequeños hasta este miércoles, con la llegada a París de un avión con 114 niños a bordo.
“Es pura felicidad, ahora vamos a poder a descansar en Lyon”, contó, radiante, Delphine Rivière, una profesora de inglés que sostenía en brazos a Erika, de 20 meses.
“Duerme, aún no la escuché hablar”, añadió esta mujer que empezó los trámites en septiembre de 2009, tras adoptar a otra pequeña niña haitiana, Lili Rose, que hoy tiene siete años.
El avión fletado por el ministerio francés de Relaciones Exteriores llegó a París desde Puerto Príncipe. A bordo viajaban además 105 parientes y personal médico. En Francia los esperaban unos diez pediatras para examinarlos, en particular debido a la epidemia de cólera que desde fines de octubre causó en Haití más de 2.500 muertos.
“Al parecer, todos los niños gozan de buena salud y todos venían de colectividades donde ningún caso de cólera ha sido registrado”, explicó Patrick Daoud, jefe del servicio de pediatría del hospital de Montreuil.
Un segundo vuelo con destino a Puerto Príncipe partirá el jueves de la capital francesa y volverá a Francia el viernes.
Se espera que en los próximos días lleguen unos 300 niños adoptados por familias francesas. Los otros 700 ya se encuentran con sus padres adoptivos.