Saturday, June 07, 2008

 

El cuervo ( fragmentos )


Una noche, que mediaba triste y fría, cavilaba
sobre libros de leyendas que existían tiempo atrás.
Meditaba adormecido, cuando débil, a mi oído
de repente llegó un ruido que venía del portal.
Murmuré:”Es un visitante que golpea a mi portal.
Solo es eso y nada más.”

¡Ah, recuerdo mi extravío! Fue un diciembre gris y frío.
Cada brasa proyectada roja lumbre fantasmal.
Yo trataba en la lectura de olvidar mi honda amargura
por la virgen rara y pura que ya aquí no he de nombrar;
la dondella que “Leonora” solo el cielo ha de nombrar,
no la tierra,¡nunca más!

El rumor de cada encaje del purpúreo cortinaje,
de terror nunca sentido mi alma toda hacía vibrar.
Calmé el pecho palpitante, repitiéndome al instante:
“Debe ser un visitante que a mi cuarto pide entrar;
algún tardo visitante que a mi cuarto pide entrar.
Eso es todo y nada más.”
.....................................................................................

Volví al cuarto nuevamente, y abrasando mi alma ardiente,
ya distinto golpeteo percutió en el ventanal.
“Algo roza, de seguro, las ventanas tras el muro
-dije-.Viendo conjeturo que el misterio he de aclarar.
Corazón, calla un momento, que el misterio he de aclarar.
Es el viento y nada más.”

Abrí sin titubeos, y con bruscos aleteos entró un cuervo
majestuoso del pasado inmemorial. Sin un gesto reverente,
sobre un busto que hay al frente
se posó tranquilamente con postura señorial.
Sobre el busto aquel de Palas, con postura señorial,
fue a posarse y nada más.

Trocó el ave en alegría mi atristada fantasía
con su aspecto de severa y afectada gravedad.
“Sin ser-dile-muy galano tu copete raso y llano,
no pareces un milano. Pero entonces, dime:
¿Cuál en plutónicas riberas es tu nombre? Dime:¿Cuál?”
Dijo el cuervo: “Nunca más”.
.....................................................................................

“¡Emisario del Averno!¡Ave o ente del infierno!
Por el Dios-grité-del cielo que adoramos por igual,
dile a mi alma suplicante si en aquel edén distante
podré un día a la radiante, blanca virgen abrazar;
si a Leonora allá en los cielos, algún día he de abrazar.”
Dijo el cuervo: “Nunca más.”

“¡Que esta frase nos separe!
-dije irguiéndome-“¡Que te ampare
de plutónicas riberas la nocturna tempestad!
¡Ni una pluma en esta pieza me recuerda tu vileza!
¡No agigantes mi tristeza, deja mi alma en soledad!
¡Quita el pico de mi pecho, y ese busto deja ya!”
Dijo el cuervo: “Nunca más.”

Y aún inmovil y callado, sigue el pájaro posado
sobre el busto aquel de Palas que ornamenta mi portal.
Torturante, me vigila. Sueña el diablo en su pupila
y su sombra se perfila sobre el suelo, fantasmal.
Y ya nunca el alma mía de esa sombra fantasmal
podrá alzarse...¡Nunca más!




EDGAR ALLAN POE

Comments:
Daniel,

¿podes enviarme la versión completa del Cuervo? Yo había leido esta traducción y es la mejor delas que conozco, pero la perdi y creo que es de Cortazar. seissa@yahoo.com
 
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