Wednesday, February 24, 2010
Geniol
Garrincha
"Alguno de sus muchos hermanos lo bautizó Garrincha, que es el nombre de un pajarito inútil y feo.
( esperando la respuesta obvia de Pelé;tal vez Zico, Rivelinho, Falcao o el estupendo Sócrates )
Cuando empezó a jugar al fútbol, los médicos le hicieron la cruz: diagnosticaron que nunca llegará a ser un deportista este anormal, este pobre resto de hambre y de la poliomilitis, burro y cojo, con un cerebro infantil, una columna vertebral hecha una S y las dos piernas torcidas para el mismo lado.
Nunca hubo un puntero derecho como él.
En el Mundial del ´58, fué el mejor en su puesto.
En el Mundial del ´62, el mejor jugador del campeonato.
Pero a lo largo de sus años en las canchas, Garrincha fué más: él fué el hombre que dió más alegría en toda la historia del fútbol.
Cuando él estaba allí, el campo de juego era un picadero de circo; la pelota, un bicho amaestrado; el partido, una invitación a la fiesta.
Garrincha no se dejaba sacar la pelota, niño defendiendo su mascota, y la pelota y él cometían diabluras que mataban de risa a la gente: él saltaba sobre ella, ella brincaba sobre él, ella se escondía, él se escapaba, ella lo corría.
En el camino, los rivales se chocaban entre sí, se enredaban las piernas, se mareaban, caían sentados.
Garrincha ejercía sus picardías de malandra a la orilla de la cancha, sobre el borde derecho, lejos del centro: criado en los suburbios, en los suburbios jugaba.
Jugaba para un club llamado Botafogo, que significa prendefuego, y ése era él: el botafogo que encendía los estadios, loco por el aguardiente y por todo lo ardiente; el que huía de las concentraciones, escapándose por la ventana, porque desde los lejanos andurriales lo llamaba alguna pelota que pedía ser jugada, alguna música que exigía ser bailada, alguna mujer que quería ser besada.
¿Un ganador? Un perdedor con buena suerte. Y la buena suerte no dura.
Bien dicen en Brasil que si la mierda tuviera valor, los pobres nacerían sin culo.
Garrincha murió de su muerte: pobre, borracho y solo."
De El fútbol a sol y sombra de Eduardo Galeano.
Una anécdota: en Septiembre de 1994, con unos amigos, Sergio y Ezequiel, nos fuimos unos dias a Camboriú y Florianapolis. ( sur de Brasil )
La última noche, cuando ya nos veníamos, decidimos salir y pasarla por la costa, compramos un aguardiente "Vello Barreiro", a falta de ginebra o vodka y resultó intomable! de pronto apareció un viejo vagabundo que juntaba latitas de la playa para venderlas y como pasaba cerca, lo llamo y le digo si quería un trago, se le iluminó la cara! y asi empezamos a charlar.
Es obvio que entre argentinos y brasileros no hay otro tema que no sea FUTBOL, encima ellos habían salido campeones en EE.UU.
En un momento nos pregunta, entre recuerdos de nombres y equipos y como a punto de revelarnos un secreto:
"-Saben quien fué el mas grande jugador de fútbol que tuvo Brasil?"
( esperando la respuesta obvia de Pelé;tal vez Zico, Rivelinho, Falcao o el estupendo Sócrates )
-Sí, le contesto: Garrincha!
y el viejo borracho, se puso a llorar...
Thursday, February 11, 2010
Marta
Wednesday, February 10, 2010
Y la muerte no tendrá señorío / Dylan Thomas
Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán
confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean
polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de
nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el
amor;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no moriran
aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los
nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se
romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su
oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes
brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como
clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearán
margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío.
Sus últimas palabras:
-He bebibo 18 whiskies, creo que es todo un récord!
Monday, February 08, 2010
Asadoooo!!!
Friday, February 05, 2010
Felices 100 años Pancho!!
"Nacido el 5 de febrero de 1910, en La Plata.
Se consagró campeón con Gimnasia y Esgrima en 1929 y subcampeón en el primer Mundial de 1930.
Un gran goleador.
Don Pancho forma parte de la historia grande del fútbol.
Don Pancho forma parte de la historia grande del fútbol.
Es el único sobreviviente del Mundial que se disputó del otro lado de la orilla, en Uruguay en 1930, y con los 194 goles que anotó en el club boquense, es uno de los máximos artilleros del fútbol argentino.
Su gran alegría fué la vuelta olímpica con Gimnasia en 1929.
Francisco Varallo se dio el enorme gusto de salir campeón argentino con el equipo Mens sana.
Panchito era un pibe y destacado goleador en aquel equipo que superó por 2 a 1 a Boca Juniors en la final del año 1929 disputada en la cancha de River Plate, el 9 de febrero de 1930.
Pancho recuerda aquel título de Gimnasia:
“Fue una de las cosas más lindas que me sucedieron.
Un momento especial, porque después de consagrarnos campeones tuve otra alegría muy grande que fue la convocatoria a la Selección, que en pocos meses fuimos a jugar el primer Mundial de la historia, en Uruguay”.
Su trayectoria tuvo sus primeros pasos en el fútbol amateur en la Federación Platense, donde jugó desde 1924 a 1927.
Luego se incorporó a nuestro club y defendió la albiazul hasta que llegara el profesionalismo al fútbol argentino.
En el Mens sana jugó algo más de una temporada, disputó 40 partidos entre los años 1928 y 1929 y convirtió 12 goles.
Su primer título lo logró en Gimnasia antes de su traspaso a Boca Juniors.
En Boca Juniors es uno de los máximos goleadores, marcó 194 goles entre 1931 y 1939. Además del campeonato con Gimnasia en 1929, obtuvo tres títulos nacionales en Boca en 1931, 1934 y 1935.
Con la camiseta argentina, salió subcampeón mundial en Uruguay 1930 y ganó la Copa América 1937.
Ya retirado del fútbol profesional, fue director técnico de divisiones juveniles en Boca y más tarde, dirigió la Primera de Gimnasia en el período 1957-1959.
Don Pancho lleva a Gimnasia en el alma.
Por eso siempre que tiene la oportunidad, hace referencia al Club.
El nombre de Francisco Varallo es reconocido en todo el mundo.
Un verdadero orgullo para todos los Triperos."